Cuando es recomendable hacer un estudio geobiológico

Siempre puede ser útil e interesante hacer un estudio geobiológico y de campos eléctricos de la casa, ya que nos puede ser útil para vivir de forma más saludable.

Pero hay casos en que es muy recomendable llevar a cabo ese estudio:

  • Siempre que haya un problema de descansar mal repetitivo, dolores o enfermedades repetitivas en un área del cuerpo, dificultades de concentración, insomnio, los niños (o incluso adultos) tienden a desplazarse del sitio normal de la cama e incluso se caen de la cama (si pueden claro). Esto es aún más evidente cuando esos problemas aparecieron al ir a vivir en esa casa o en esa habitación, o desaparecen al dormir en otro sitio.

  • Cuando vamos a comprar, alquilar o reformar una casa, así tenemos más elementos para decidir dar ese paso o no, y también podemos planificar la distribución de los espacios de una forma más sana.

  • Cuando tenemos un terreno para edificar, así podemos planificar la ubicación y espacios para aprovecharlos mejor al ser estos realizados, teniendo en cuenta estos factores. Así evitamos después encontrarnos con espacios no utilizables, o de mal aprovechamiento. A veces es tan sencillo como poner la casa un poco más aquí o allá, o variar ligeramente la orientación, sin ningún coste adicional en la construcción.

  • Las plantas se mueren, o crecen torcidas, en un punto concreto (que no sea achacable al viento u otra razón lógica). Esto puede ser útil también en jardines, huertos o terrenos agrícolas.

En todos esos casos, después del estudio dispondremos de una información muy valiosa que nos puede ayudar a encontrar soluciones a esos actuales o posibles futuros problemas.

Autor: Josep Vergés Fecha: 19/8/2013




Lineas Hartmann y alteraciones Geobiológicas

Las llamadas líneas Hartmann, son un conjunto de líneas que recorren todo el planeta de norte a sur y de este a oeste, de manera parecida a los meridianos y paralelos que podemos ver en un mapamundi, pero a una escala muchísimo más pequeña.
Suelen tener una anchura de unos 20-22 cm de espesor y una distancia entre ellas que depende de la latitud. En España suelen estar entre 2,4-2,5 m en el sentido N-S y unos 2 metros en el sentido E-O.

En principio, la presencia de una línea en sí no suele significar ningún problema, pero sí lo pueden ser sus puntos de cruce y especialmente si este coincide con alguna alteración de la corteza terrestre como una falla, una corriente de agua o una masa de metal importante. En algunos casos puede ser altamente patológica. Más abajo desarrollo más el tema de cómo nos afecta.

Aunque las líneas suelen seguir la línea N-S y E-O, no son perfectamente rectas, pues son alteradas por la constitución del suelo de la zona, produciéndose ligeros desplazamientos en función de la geología de la zona. También tienden a desplazarse ligeramente buscando la vía fácil de un muro acercándose a este si están muy cerca. También hay casos que las ha desplazado como consecuencia de la instalación de algún conducto o cable metálico enterrado en las proximidades.

Además, no todas las líneas son igual de anchas ni afectan de la misma manera. Igual que cada varias olas del mar viene otra más grande, cada varias líneas hay una que es más ancha y/o nociva, y cada una de estas más potentes hay alguna a su vez más potente. Son las que se llaman “Madre” o de 1er, 2do , 3r orden, según cómo las nombremos. Yo prefiero llamarlas simplemente “Madres” cuando son las no normales, pues es difícil determinar de qué orden es si no se dispone de un plano Hartmann de una zona muy amplia, cosa muy rara de disponer.

También se ven afectadas por el ciclo día – noche (especialmente en el crepúsculo), la luna y sobre todo por la actividad solar (tormentas solares y cosas así). Estas variaciones se manifiestan en la variación de su anchura y su capacidad de reducir el nivel vibratorio de su zona de influencia.

La forma más habitual de detectarlas es mediante prospección por medio de radiestesia con varillas, lóbulos o péndulos. Varios prospectores buenos coincidirán normalmente en su ubicación. Pero también se puede verificar su existencia por medio de un geomagnetómetro que en el paso por encima de la línea detectará una pequeña variación del magnetismo terrestre. Del orden de algunos nano teslas, cuando el valor medio de ese campo en España es de unos 42000 nano Teslas. También se puede producir una leve desviación de la brújula.

Una vez detectadas las posiciones de las líneas típicamente con la antena lóbulo, por medio de varillas en L se suele determinar la presencia de interferencias que puedan activar su capacidad patógena o de ser una zona no tan apta para la vida. Una vez localizados esos puntos conflictivos, se determina su capacidad patógena con la ayuda del péndulo y el Biómetro de Bovis.

La forma más habitual de medir la habitabilidad/patogenidad de un espacio es usando la tabla conocida como “Biómetro de Bovis”. Es una tabla que va de 0 a 10000Å (ángstrom) y corresponde al rango de la longitud de onda habitual de la vibración del ser humano.

Bovis determinó que el punto de inflexión entre la enfermedad y la salud se situaba alrededor de los 6500 Å. Es decir, por debajo de esa vibración el lugar, alimento o lo que sea es patógeno para el ser humano, por encima de ese valor está bien o incluso puede ayudar a curarnos.

Hay lugares muy peculiares que la vibración es más elevada que esos 10000 Å, y pueden ser interesantes puntualmente para meditar o curarse, pero no para vivir habitualmente, pues una vibración tan por encima de lo habitual puede ser también dañina si no se puede procesar correctamente.

Hay áreas con un valor de vibración en zonas neutras más alto o más bajo, pero siempre encima de una línea Hartmann baja ese valor, aunque sea solo un poco respecto al punto neutro. En los cruces de línea Hartmann esta bajada es mayor, y si además coincide con alguna alteración de la continuidad del terreno físico (falla, veta de agua, etc.) , la bajada será aún mayor, pudiendo llegar a ser muy dañina.

Ahí es donde es importante analizar cómo está afectado un punto concreto relevante. Puede que simplemente sea preferible evitarlo porque es de sentido común que siempre será mejor un sitio mejor valga la redundancia, o evitarlo imperativamente porque es un punto realmente muy problemático, capaz de producir enfermedades. Y de hecho solo son importantes los sitios donde pasamos largo tiempo, como la cama, el sofá, la mesa de trabajo. Si el problema está en la mitad de un pasillo, no pasa nada.

En los puntos patógenos puede darse el caso de que los árboles enferman y mueren, o se desplazan totalmente a un lado de una forma extraña y aparentemente incomprensible. Los perros no se ponen nunca, los niños de forma instintiva tienden a evitarlos si pueden, en cambio, a los gatos les encanta. Y las personas enferman, tienen insomnio, estrés, dificultades para la concentración, o generan enfermedades, etc.

A veces será suficiente desplazar la cama, el sofá o el árbol para evitar el problema. A veces no hay solución y hay que cambiar de habitación como única alternativa viable.

Además, ese efecto patógeno se propaga en los distintos pisos de un bloque de pisos, y como la ubicación de la cama suele ser predeterminada por la posición de la instalación eléctrica, puede que todos los vecinos que duermen en la misma vertical tengan problemas parecidos.

Mi experiencia es que muchas casas de campo de antes de mediados del siglo 19, se ve claramente que se tuvo en cuenta estos elementos al diseñar la casa. No olvidar que actualmente se ha reconfigurado el uso de muchos espacios. Ellos daban prioridad a los espacios en que ellos hacían vida entonces, como cocina, dormitorios, etc. Tener presente que es habitual que ahora se use espacios que antes eran trasteros, pajares, cuadras, etc., que lógicamente eran tratados con menos importancia respecto a este tema.

En cambio, desde mediados del siglo 19 hacia la actualidad, es un desastre total este tema en las construcciones correspondientes a este periodo. Se ve claramente que nadie lo tenía en cuenta. Solo recientemente, con la construcción ecológica se va recuperando el tener en cuenta estos importantes factores, pues pueden contribuir de forma evidente a la salud o a la enfermedad.

Las patologías que puedan crear este tipo de problemas, no son específicos. Lo que producen habitualmente es una fuerte bajada de defensas en general, así como dolores, malestar, debilidad, contracturas frecuentes, enfermedades repetitivas, en una área del cuerpo que suele coincidir exactamente con el punto más patológico. Lo habitual, si el daño no ha llegado a ser irreversible por lo avanzado de este, o por los efectos secundarios de su tratamiento médico convencional, es que simplemente evitando esos puntos se produce una rápida mejoría de toda esa problemática. Pasados unos días de ese cambio a un sitio sano, puede aparecer un puntal empeoramiento de los síntomas, seguido de una clara mejoría posterior. (Sería como una subida de la fiebre antes de curarse de la gripe).

La medicina “oficial” occidental no reconoce la validez de lo que estamos hablando aquí, pues hay muchos intereses económicos detrás de los medicamentos que esas personas van a consumir. Pero en países como Cuba, existen amplios estudios epidemiológicos realizados desde los centros oficiales de salud pública y universidades, que demuestran esa relación. A partir de estos estudios se están realizando modificaciones en la infraestructura de viviendas, para evitar esas patologías. Pero evidentemente la medicina oficial, no divulgará en España esos estudios, no interesa.

Tampoco la ciencia “oficial” sabe muy bien qué es y cómo funciona el magnetismo y la gravedad, pero a partir de la observación se han podido determinar fórmulas funcionales, que permiten el suso actual de la electricidad, o que los aviones vuelen.
Con la geobiología ocurre igual, hay cosas que no se sabe muy bien por qué ocurre, pero ocurre y crea efectos evidentes tanto de mejora como de enfermedad.
Autor: Josep Vergés Fecha: 18/8/2013




Ejemplo Montse

Uno de los casos más claros y evidentes de relación entre geobiología y enfermedad lo tuve ya hace muchos años, cuando aún no ejercía profesionalmente como prospector.

Hablando con un amigo, me comentó que su hija Montse de 12 años, estaba siempre enferma. Me llamó la atención que no era siempre la misma enfermedad, pero sí la misma área del cuerpo: dolor de oreja, sinusitis, anginas, bronquitis, dolor de cabeza, resfriado.

Me acabó de llamar la atención cuando dijo que tendía ha irse siempre a un extremo de la cama e incluso se caía. Eso me hizo sospechar que había un problema importante relacionado con el sitio ocupado por la cama. Los niños suelen ser más naturales e intentan de forma espontánea alejarse de las zonas afectadas, por eso se caía.

Le planteé la posibilidad de que el problema pudiera venir por lo que pudiera haber en la ubicación de la cama. Como los padres estaban muy desesperados, aunque no creían en el tema, accedieron a que hiciera un estudio.

Al hacer el estudio de la habitación, constaté que la parte superior de la cama, estaba totalmente afectada por una vía de agua y además, coincidiendo con un cruce Hartmann, que normalmente es una situación muy problemática. Una situación así además puede tener distintos niveles de capacidad de crear problemas, y esta era además verdaderamente muy dañina, al ser una zona muy activa a nivel energético.

Puede verse en la primera imagen, donde se ve el cruce Hartamnn, coincidiendo con el agua en la cama en la zona superior del cuerpo.

Como la parte afectada de la habitación solo era la parte ocupada por la cama, por suerte, fue tan sencillo como cambiar de lado la cama en la habitación. Como puede verse en el segundo gráfico.

A partir de ese momento, la niña empezó a dormir en la posición normal de la cama, dejó de caerse y pasó a estar enferma muy de tanto en tanto, como es normal en los niños.

Los padres no tuvieron más remedio que reconocer que el cambio de sitio de la cama fue determinante para que desaparecieran los constantes problemas de su hija.

Autor: Josep Vergés Fecha: 29/7/2013




Introducción a la GeoBiología

Planeta Tierra

La GeoBiología es la ciencia que estudia las interacciones entre Gea (La Tierra) y los seres vivos.
Concretando un poco más, se entiende por Geobiología la influencia que tienen en los seres humanos las energías de distintas características que existen en la superficie del planeta.
Mucha gente cree que son supercherías y que no es cierto. Si no fuera cierto, su efecto no estaría recogido en los códigos civiles y penales de algunos países.

También hay personas que niegan su realidad, argumentando que no suele crear efectos muy evidentes causa-efecto en partes muy específicas de las personas (o animales y plantas), pero eso no quiere decir que no afecte realmente y, a veces, como he podido verificar, muy gravemente. Además, existen muchos estudios científicos que lo avalan, especialmente de Cuba y de algunos países del este. A veces, los resultados tras un estudio geobiológico son absolutamente evidentes y espectaculares.

Para detectar, se suelen utilizar varillas de distintos tipos, péndulos, ramas de olivo, etc. y eso también da a muchas personas la sensación de “poco científico”.

¿Cómo pensáis que antiguamente (y aún actualmente) se encontraban las vías de agua o las minas?

Estos instrumentos son meros vectores de información, no son el sensor en sí. Evidentemente que los músculos de la mano mueven la varilla o el péndulo, no es la energía del sitio. El verdadero receptor es el cuerpo de quien está haciendo el estudio. De hecho, la mayoría de seres vivos, incluidos los humanos, son sensibles a muchísimas cosas de las que no somos conscientes, pero eso no quiere decir que no reaccionemos a ello o que no nos afecte.

Péndulo

Entonces, estos instrumentos permiten pasar la información que el cuerpo está percibiendo, porque está siendo afectado por ello, directamente a micromovimientos de la mano, que mueven el péndulo. Para hacer ese micromovimiento corporal hace falta muchísima menos energía que para generar un pensamiento que, especialmente si tenemos en cuenta el ruido de fondo que suele haber en nuestra mente, seguramente no captaríamos.
Lo interesante es que la mayoría de mediciones realizadas con estos instrumentos “de mano”, pueden ser verificadas con instrumentación electrónica. Son, eso sí, instrumentos muy caros y engorrosos de manejar y por eso solo se suelen usar en el periodo de prácticas, para contrastar la sensibilidad y capacidad de “traducción” de la persona que lleva a cabo el estudio, para asegurarnos de que está recibiendo y transmitiendo correctamente.

¿Qué interés puede tener hacer un estudio Geobiológico de una casa?

Hombre durmiendo

Normalmente, un estudio, aunque puede analizar con detalle toda la casa, la mayoría de las veces se centrará en analizar más a fondo los espacios donde pasamos más horas, como la cama, el sofá, la mesa de trabajo, la cocina, etc. Sí, por ejemplo, hay un problema en un pasillo, incluso aunque sea un problema importante, no pasa nada, porque la persona no pasa tiempo ahí, pero un problema leve en la cama puede tener consecuencias significativas y cruciales para la salud.

A veces, aunque un punto no sea un problema, puede ser mejor hacer pequeños cambios de ubicación para situar estos elementos concretos donde pasamos tiempo en puntos mejores.

¿Quién no quiere vivir mejor y con más salud?

Pero otras veces se detectan situaciones donde es imperativo efectuar un desplazamiento o cambio importante porque puede haber, o ya hay, consecuencias graves para la salud. Cuando las personas dejan de situarse en esos puntos problemáticos, suelen hacer rápidas mejorías de problemas de salud, de insomnio, de estrés, etc. No es una cuestión de creencia: esto es evidente y patente incluso con niños muy pequeños, animales y plantas, así que está claro que no sucede por efecto placebo.

En otros artículos desarrollaré más en detalle los distintos aspectos, para facilitar su comprensión.

En los estudios de geobilogía se suele incluir, también, por ser un tema muy relacionado y con efectos similares, el efecto producido por los campos eléctricos de alta o baja frecuencia.

A veces, algunas de estas personas también hacen estudios de Feng Shui, pero no deben confundirse. Aunque el objetivo sea igualmente la mejora de la salud “de la casa” respecto a sus habitantes, son acercamientos muy distintos.

Para más información:

info@josepverges.com

Autor: Josep Vergés Fecha: 5/8/12